Salud y Alimentación, la vía más directa

El alimento es el medicamento más potente y la droga más directa para nuestro cuerpo; según lo que comas conseguirás salud o enfermedad de forma directa. Hay al menos cuatro relaciones directas entre el alimento y la enfermedad, y esto es así porque una alimentación inadecuada genera las siguientes consecuencias nefastas en tu organismo:
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Oxidación
Todas las enfermedades tienen un componente de oxidación.
Inflamación y debilidad inmunitaria
Todo dolor tiene un origen en una inflamación, pero no toda inflamación se manifiesta con dolor, por tanto, hay inflamaciones latentes en tu cuerpo que, en un elevado número de casos, se originan con una alimentación inadecuada. Alimentos que inflaman directamente son las carnes, los huevos, los lácteos, las grasas de soja y maíz, la pastelería y todas las grasas transformadas… e indirectamente todos los alimentos con alta carga glucémica, como el pan, las pastas, los zumos, el arroz, etc.
Por el contrario, los alimentos que de forma directa desinflaman son el pescado y las algas, y los que desinflaman de forma indirecta son las verduras y las frutas, que controlan nuestra carga glucémica.
Alteración del pH del cuerpo
Malnutrición
Todo el desequilibrio anterior lleva también a un desequilibrio nutricional, y todo se junta y se da la mano para la enfermedad. Todas las funciones corporales se inician a través de reacciones metabólicas y estas siempre con la presencia de algún nutriente. Pero, además, las estructuras corporales son nutrientes. En consecuencia, si carecemos de algún nutriente, la estructura no se forma correctamente, se vuelve débil. Imagínate que estás calcetando una bufanda de tres lanas y te quedas sin una…
¿Por qué si no nos falta comida nos desnutrimos? Hay tres causas directas:
- No ingerimos nutrientes con nuestra alimentación. Esto es así porque comemos lo que en Sbye llamamos calorías vacías, es decir, alimentos energéticos sin nutrientes: pasta, arroz blanco, pastelería, pan, refrescos, alcohol, chucherías, palomitas, etc.
También dificulta una correcta nutrición la masiva industrialización de la alimentación con procesos que desarrollan las plantas sin el tiempo óptimo de maduración por ejemplo, pero es un factor a nuestro juicio menos importante que el anterior.
- No asimilamos bien esos nutrientes. La vía directa es el desequilibrio de nuestro cuerpo pero principalmente de nuestro intestino. El intestino es un órgano dotado de gran inteligencia, y es capaz de traspasar los nutrientes necesarios a nuestro cuerpo en un cálculo muy preciso. Sin embargo, cuando funciona mal, o bien no se produce el traspaso de nutrientes o no discrimina esos nutrientes. En nuestra sociedad tenemos grandes problemas intestinales y esta forma de desnutrición está también muy presente.
- Ciertos hábitos, sustancias o procesos nos roban o no nos dejan asimilar los nutrientes. Fumar desgasta nutrientes como la vitamina C, tan importante para el metabolismo y también para la belleza de la piel; los medicamentos interactúan con los nutrientes y, por ejemplo, las estatinas que nos recetan para controlar el colesterol consumen coenzima Q10, otro antioxidante esencial para nuestra salud, de ahí una de las razones de los efectos secundarios de los medicamentos; el estrés hace que excretemos muchísimos nutrientes como el magnesio o el potasio y de ahí que nos quedemos cansados,…